A uno o al otro

"Nunca cambie lo eterno por lo temporal."

- Pastor Alejandro Castro

En el sermón del monte, Jesús habla del carácter y la forma de vivir de los cristianos. En él, se encuentra el Padre Nuestro que dice que se haga la voluntad de Dios aquí como en el cielo y venga su reino. Eso sucede con las manifestaciones que tiene Dios para su pueblo y cuando aplicamos los principios del reino, haciéndolo evidente en el mundo.

Cuando hablamos de principios y comportamiento, es importante pensar en cómo nos relacionamos con el dinero. En Mateo 6, Jesús habla de cómo no debemos angustiarnos, que miremos los pajaritos y los lirios, cómo comen y se visten, y cómo no debemos preocuparnos por las necesidades porque Dios las conoce y nos dará lo que necesitamos si buscamos su reino primero. Nuestro problema es que muchas veces buscamos la añadidura primero pero debemos buscar lo más importante primero y el resto trae sus propios frutos. Debemos estar convencidos de que esto es una realidad y que el reino de los cielos se mueve por amor y fe.

Lo que no se enseña no se puede aplicar; lo que mal se aprende, no se comprende; lo que no se aprende no se aplica; y lo que se aprende mal se aplica mal. Con el dinero pasa esto exactamente. Se ha enseñado mal sobre ello pero no significa que no sea un tema bíblico, porque lo es. La mayoría de los problemas del mundo son por dinero y por eso casi la mitad de las parábolas tienen relación con este tema. Era importante enseñarlo porque Jesus sabía que sería un problema para la humanidad, pero con las escrituras quería enseñarnos que el dinero no debe ser un problema para la iglesia, porque operamos con principios distintos y vivimos diferente.

El dinero es la raíz de toda clase de males, y hay quienes por codicia, se desvían de la fe y causan muchos sufrimientos. El problema no es el dinero, sino el amor a él. Sí, el Señor quiere que seamos exitosos en nuestro trabajo y tengamos cubiertas todas nuestras necesidades, pero no quiere que nos desviemos de la fe. ¿Por qué decimos que el dinero es la raíz de los males? Porque cuando amamos al dinero no podemos amar nada más, ni a los nuestros, ni a Dios, y nos desviamos del camino. Además nuestra confianza se pone en lo que hace el dinero por nosotros y no buscamos la justicia del reino primeramente.

Nunca debemos cambiar lo eterno por lo temporal. El Señor nos llama a tener nuestro tesoro en el cielo porque ahí no perecerá como en la tierra y donde esté nuestro tesoro, ahí irán nuestras emociones, pensamientos y acciones. Dependiendo de donde esté nuestro corazón puesto, así vivimos y nos comportamos. Jesús dice que no podemos servir a dos señores, explicando que podemos vivir como dueños del dinero, o como esclavos del dinero. Si somos dueños del dinero, podemos usarlo para que se haga la voluntad de Dios, pero si somos esclavos, el dinero nos dirá qué hacer y cómo, si está mal o bien, y nos controlan.

En la parábola del sembrador Jesús nos dice que la última semilla cayó entre espinos es como el que se preocupa por los afanes de esta vida y se ahoga con los engaños de las riquezas, de modo que no da fruto. Las riquezas nos dirán que nos ofrecen lo mismo que Dios ofrece. Según el dios de las riquezas, si tenemos dinero, tenemos más amigos, más éxito, menos preocupación, etc. Pero todas estas cosas son engaños. Esto se convierte en una competencia de lealtad, porque nuestro corazón solo puede inclinarse hacia uno de los dos.

¿Cómo sabemos a quién somos leales? Debemos revisar a quién damos gracias por su provisión, a quién servimos, a quién honramos con nuestro dinero, etc. La manera en que administramos el dinero habla de dónde está nuestro corazón y Jesús nunca dijo que la solución a nuestros problemas sería el dinero, siempre la solución estaba en la fe. Tenemos que confiar más y saber que en el reino de los cielos, menos es más. Menos estrés y ansiedad o preocupación, es más fe en Jesús.

Reflexionemos

¿Quién es el dueño de nuestro corazón?

¿Vivimos por fe o confiamos en lo que tenemos terrenalmente?

Versículos para reflexionar

Mateo 6:33 - 1 Timoteo 6:10 - Mateo 6:19-24 - Mateo 22:17-21 - 1 Crónicas 29:14 - Mateo 13:22 - Proverbios 3:10 - Mateo 6:33 - Hechos 20:35

Oración

Señor, gracias porque en Ti encontramos absolutamente todo lo que necesitamos. Pido perdón por las veces en que he confiado más en lo que tengo en mano que en Ti, y hoy vuelvo mis ojos, mi corazón y pongo toda mi confianza en Ti, sabiendo que cuidas de mí y suples todas mis necesidades. Me comprometo a buscarte primero y Tu reino, y confío en que lo demás será añadido según tus riquezas. Amén.