Conexión en Fibra Óptica
"Haga lo que Jesús hizo: Ore, ore y ore."
- Pastor Andrés Castro
Durante este último año, muchas personas perdieron la fe. Si estamos leyendo esto, o estamos aún conectados con la iglesia, quiere decir que estamos dentro de ese porcentaje de personas que aún mantienen su fe. En el cristianismo tenemos dos cosas fundamentales, que son la lectura de la Palabra, y la oración. Estas son maneras de mantener nuestra fe activa, y Jesús nos enseñó en la Palabra cómo hacer una oración efectiva. La oración que Jesús enseña es sencilla, dando gloria al Padre, pidiendo que Su Reino venga, y que seamos perdonados así como perdonamos. Debemos orar en lo privado, de manera sencilla, sin necesidad de palabrerías que nos hagan ver como expertos. En nuestra cultura hemos aprendido a decir muchas cosas y desviarnos de esta oración. Algunos oramos para salir del paso, por religiosidad o culpabilidad, y debemos preguntarnos por qué oramos, por qué lo hacemos.
Jesús se apartaba y oraba, Daniel oraba 3 veces al día y los profetas oraban porque sabían que era vital y necesaria para ellos. La oración es nuestra manera de conectarnos con el Señor, no solo para pedir sino hablar con Él, para conocerlo y relacionarnos con Él. Moisés hablaba con Dios como amigos, y tenían una relación. Nuestra oración debe ser real, genuina y segura de que quien nos ve en lo privado nos recompensará en lo público. Podemos orar cuantas veces sea necesario, y la Biblia nos dice que presentemos en oración y ruego nuestra necesidad al Señor. Cuando oramos no hablamos por hablar, sino que somos conscientes de que estamos siendo escuchados.
Lo primero que Jesús nos enseña sobre la oración es que podemos llamar al Señor, Padre. Somos hijos y podemos tomar esa posición en lugar de intentar ganarnos la aprobación de Dios con nuestra oración. Cuando nos consideramos herramientas o siervos a la hora de orar, estamos olvidando que somos hijos con derecho a las bendiciones de nuestro Padre. Jesús quiere que sepamos que somos parte de una familia, que tenemos seguridad y aún más, lo tenemos a Él en nosotros, y podemos entrar en oración con reverencia, pero con actitud de hijos, sabiendo que Él está sobre todo y todo lo puede. Cuando oramos constantemente nuestro carácter se mantiene donde tiene que estar y seguimos firmes en nuestra fe. Sigamos el ejemplo de Jesús quien se preparó en oración para todo y nos dejó en su Palabra cómo seguir sus pasos.
Reflexionemos
¿Cuando orás, tomando tu posición como hijo de Dios?
¿Orás constantemente para prepararte para lo que viene?
Versículos para reflexionar
Mateo 6:5-13 - Filipenses 4:6-7 - Romanos 8:15
Oración
Señor, hoy quiero llamarte Padre. Recuérdame que soy parte de tu familia, que soy tu hijo y que tengo acceso a tus bendiciones y tu amor. Hoy te digo Santo y te pido que tu Reino venga aquí. Que perdones mis pecados así como perdono a mis deudores y que suplas mis necesidades cada día. Que se haga tu voluntad en mi vida y no me dejes caer en tentación. Gracias porque me escuchas y se que mi vida está segura en tus manos. Amén.