El cuerpo

"Todos somos importantes. Somos el cuerpo de Cristo, y por esto debemos trabajar en unidad y diversidad."

- Pastor Andrés Castro

La iglesia es compleja, compuesta por varios engranajes. La semana pasada vimos cómo inició la iglesia en el jardín del Edén, el propósito que Dios tenía para la comunión con el hombre. Al entrar el pecado en el hombre, Dios saca a Adán y Eva del Edén para iniciar su plan de redención y que los hombres representemos a Dios en la Tierra y todos sepan que Dios es real, nos ama y quiere estar con nosotros. Cuando Jesús muere y resucita, nace un nuevo concepto llamado iglesia.

La iglesia nace a partir de que Jesús asciende al cielo y derrama al Espíritu Santo sobre nosotros. La iglesia no son cuatro paredes, sino personas, cada cristiano, y solo siendo iglesia podemos completar nuestro propósito para con Dios y las demás personas. La iglesia tiene un gran propósito de crecer y alcanzar al mundo. En la Biblia vemos 3 metáforas que ilustran qué es la iglesia y su relación con Cristo: la novia de Cristo, que simboliza el matrimonio de la iglesia con Cristo; la viña y la vid, que dice que separados no podemos hacer nada; y el rebaño con su pastor, que habla de cómo nosotros escuchamos su voz y Él cuida de nosotros. La más simbólica de la iglesia con Cristo, es el cuerpo.

La iglesia es como el cuerpo, tiene distintos miembros y partes, que son muchos, pero es un solo cuerpo, y sin sus miembros no puede cumplir su propósito. Un solo cuerpo es unidad, si no entendemos eso no podemos funcionar. Por ejemplo, ¿cómo puede avanzar la cabeza sin los pies? Jesús es nuestra cabeza pero nos quiere para hacer su obra. Él pudo haber dicho que era un solo cuerpo por sí mismo pero quería unidad con nosotros.

Debemos entender que todos necesitamos del otro porque funcionamos como un solo cuerpo y aunque creamos que no somos parte, lo somos. Si no entendemos que somos parte de algo, no entendemos nuestro propósito. Deberíamos saber lo que necesita nuestro hermano porque nosotros tenemos lo que él necesita. A todos los demás miembros del cuerpo le sirve que todos funcionemos. Si un miembro sufre, los demás comparten su sufrimiento, y nos ayudamos a sanar. Si uno recibe honor, los demás nos alegramos porque somos un mismo cuerpo y entre todos nos ayudamos. Dios nos hizo para relacionarnos, porque nuestro potencial está en ser un cuerpo, no miembros solos. Por eso, por medio del Espíritu Santo nos son dados los dones espirituales, todos distintos, para trabajar juntos como un cuerpo, pero cada uno con lo que Dios le dio. Dios puso diversidad en la iglesia para funcionar juntos en unidad, pero debemos saber cuáles son nuestros dones para poder operar en ellos. Son dados por Dios, no habilidades nuestras, siendo todos igual de importantes y necesarios para edificar a la iglesia.

Muchas personas no sirven en la iglesia porque sienten que no están listos o se han equivocado mucho en su vida, pero todos, aún los discípulos, comenzaron así. Hay cosas que Dios quiere hacer solo a través de cada uno de nosotros, y quiere que operemos en el cuerpo, que crezcamos y que otros vean Su gloria a través nuestro. Es momento de unirnos y poner en acción todo lo que Dios nos ha dado para dar a los demás. Puede que tengamos la palabra que alguien más necesita escuchar, y solamente estando con personas a nuestro lado podremos darnos cuenta. Debemos comenzar a operar y trabajar en nuestros dones, multiplicando la obra de Jesús, perseverando y siendo fiel en lo que Dios nos de. Somos hechos para esto, debemos cumplir nuestra parte y cumpliremos el propósito divino.

Reflexionemos

¿Qué sería de la congregación sin alguno de sus ministerios?

¿Cómo estás siendo parte y aportando al cuerpo?

Versículos para reflexionar

1 Corintios 12:12-27 - 1 Corintios 12:4-11

Oración

Señor, hoy veo que soy parte de algo más grande que mí mismo. Anhelo ser parte de tu cuerpo, aportando a tu obra y cumpliendo el propósito de mi vida. Tal vez he tenido temor, culpa o inseguridades que me han impedido ser parte y servirte, pero hoy quiero ser parte de la unidad y diversidad de la iglesia. Amén.