El Plan

" Dios nos escogió para un propósito desde antes de nacer."

- Pastor Alejandro Castro

Nosotros no somos personas que caminamos solos. El Señor nos toma en cuenta en sus planes para su Reino. Debemos dejarnos usar y ser parte de la iglesia. El origen de la palabra iglesia es en griego, y quiere decir llamar a la gente donde están para venir a una reunión. La Palabra de Dios nos enseña que Dios quiere llamar a las personas para venir a cumplir un propósito dentro de su plan de salvación del mundo, y esa es la iglesia.

¿De dónde viene la iglesia y por qué debemos ser parte de ella? El Señor creó al hombre del barro, sopló aliento de vida y se convirtió en un ser viviente. Creó un jardín luego, donde este hombre y sus futuras generaciones pudieran deleitarse y conocer a Dios a través de la comunión. La gracia de Dios había abierto las puertas para tener esa relación y el carácter del hombre sería lo que debía mantenerlas abiertas. Dios le dijo a Adán y Eva que podían comer de todo menos el fruto de un árbol, y así no morirían. La serpiente los engañó y les dijo que no morirían si lo hacían, pero Dios sabía que morirían para Él porque la comunión se pierde con el pecado y la paga del pecado es muerte. Podríamos preguntarnos por qué Dios les pondría una condición en Edén que los podría hacer pecar. Es muy sencillo, no sabemos si somos obedientes o no hasta que tengamos la libertad de ser desobedientes. Cuando Adán y Eva comieron, se dieron cuenta del mal que habían hecho y lo bueno que habría sido no comer el fruto. A partir de ahí desarrollaron consciencia de lo bueno y lo malo.

El acceso a Dios siempre había sido por gracia y el Edén había sido un lugar donde Dios llevó al hombre como un regalo. Entonces al pecar, Dios regresa al hombre a labrar la tierra, de donde había venido. Sin embargo, tenía un plan para recuperar la comunión entre Él y el hombre. Por ello puso enemistad entre la mujer y el enemigo, porque por ella vino el pegado pero también sería la mujer quien traería al Salvador. También llamó a Abraham, para formar una familia e iglesia, de la cual saldría Jesús, quien sería el Cordero que quita el pecado del mundo y derrotaría a la serpiente. Así volvemos a casa todos. Si buscamos la genealogía de Jesús, podemos ver como todos vuelven a Adán, es decir, a Dios y podemos ver que Jesús es el hijo de Dios. ¡Cada persona durante los siglos desde la creación hasta Jesús, tenía un propósito! A través del sacrificio de Jesús serían benditas todas las generaciones. A través del tiempo Dios usó diferentes personas y a partir de ellas todo el mundo conocería a su Dios. Moisés por ejemplo, sabía que el Señor haría con Israel cosas maravillosas y eran parte de su plan.

Dios quiere que la iglesia actúe hoy en día, que la gente sepa lo que Dios hace en nuestras vidas, y que Jesús se mueva en nosotros de manera que otros quieran conocer a ese Dios maravilloso. Además, el Señor nos nombró linaje escogido, sacerdotes y santos, para proclamar las maravillas de Dios. Ninguno de nosotros somos accidentes, Dios tiene un plan con nosotros y está puliendo una buena obra en nosotros, para anunciar que Jesús es nuestro Salvador, el camino y la vida, y no está en otro lugar sino en la iglesia. Es con el testimonio de la iglesia que los demás pueden ver a Jesús. En nuestras manos tenemos poder para que otros vean a Jesús. Ser santos es ser separados para un propósito para el cual fuimos elegidos antes de nacer. En distintas historias de la Biblia vemos varias ocasiones donde se manifestó Dios para mostrar lo que Jesús haría y así todos creyeran. Muchos otros pudieron ver al Mesías en carne propia y ver que sí era el hijo de Dios.

Así mismo, nosotros también somos parte del plan. Seamos piezas clave para que otros crean en Jesús y vuelvan a casa.

Reflexionemos

¿Estás participando como parte de la familia de Dios?

¿Qué más podemos hacer para que otros vean a Jesús?

Versículos para reflexionar

Salmo 22:22 - Génesis 2:7-9, 17 - Génesis 3:15,23 - Lucas 3:23-38 - Mateo 1:1-16 - Génesis 12:1-3 - Éxodo 33:14-16 - Josué 2:8-11 - Éxodo 18:9-12 - Éxodo 19:5-6 - 1 - Pedro 2:9 - Números 21:7 - Juan 3:13-14 - Apocalipsis 2:7

Oración

Señor, gracias por hacerme parte de Tu familia. No me dejes olvidar nunca que soy una pieza importante para anunciar al mundo que no debemos vivir perdidos sino que tenemos un Salvador. Gracias por todo lo que has hecho para que hoy yo esté aquí. Permíteme ser un canal para que otros lleguen a Ti. Amén.