El qué y el cómo
"Podés tener metas y un plan para alcanzarlas, ¿pero ya decidiste quién va a caminar con vos?"
- Chisco Chaves
Cuando termina un año, nos ponemos metas para el próximo y comenzamos a buscar motivaciones. La verdad es que la Palabra de Dios debe ser nuestra motivación ya que es nuestra guía y carta de amor para nosotros. La celebración del año nuevo inevitablemente es un hito en nuestros días que trae planes nuevos, actividades nuevas, oportunidades y sucesos, porque un año nuevo trae cosas nuevas. Si el año pasado cometimos errores, debemos recordar que nuestro Señor es un Dios de nuevas oportunidades y sus misericordias son nuevas cada mañana. Es en estas fechas donde podemos tomar decisiones nuevas y elegir cómo comenzar este año y recibir todo lo que él trae.
A veces nos encontramos en situaciones difíciles y no hay experiencia, conocimiento, ni estudio que nos ayude. Si algo podemos saber es que la fe no se trata de entender. No podemos tratar de entender a Dios. Hebreos dice que la fe es estar seguro de que algo existe aún cuando no podemos verlo y Dios nos invita a tomar parte de la historia al tener fe. Esto no se trata de soltar o perder el control sino intencionalmente entregarlo en manos de Dios, sabiendo que estaremos seguros.
Entonces, al comenzar un nuevo año, podemos decidir qué queremos hacer, plantearnos metas, para tener una dirección, y preguntarle a Dios el “cómo”. A veces buscamos señales divinas de promesas y cumplimiento de planes, pero a veces simplemente encontramos esas respuestas en la Palabra de Dios, seguro de que nuestros proyectos están en manos de un Buen Padre. El qué sin el cómo no sirve para nada. El cómo nos hace no perder el tiempo ni recursos sino que nos marca un camino. Que no sea muy tarde para entregar el control y tengamos que soltarlo forzados por haber puesto nuestra confianza en las circunstancias y no en Dios. Si navegamos la vida basados en la lógica, experiencia o circunstancias, estamos dejando la fe de lado. Si hay algo motivacional para iniciar el año es la Palabra de Dios y la sabiduría que nos comparte.
El Dios que conocemos es el que obra de maneras más grandes en las situaciones más críticas. Tal vez somos más vulnerables y dependientes de Él en estas situaciones y hace que sea más fácil que Dios tome el control. Permitamos que el Señor edifique nuestra vida. Las promesas de Dios siempre son verdaderas, y así como es una promesa que si edificamos nuestra casa sobre la roca resistiremos la tormenta, también hay promesas como que la tormenta vendrá. La verdad es que pueden venir vientos pero los que construyamos sobre la roca no seremos movidos.
Nuestro Dios es maravilloso. Es quien rompe todos los moldes y hace lo imposible. Debemos buscarlo y pedirle el “cómo” de nuestro “qué”. Pidámosle a Él que sea quien guíe y marque nuestro camino.
Reflexionemos
¿Cuáles retos nuevos vas a tomar este año?
¿Qué decisiones vas a tomar para comenzar este año?
Versículos para reflexionar
Lamentaciones 3:22-23 - Hechos 27:13-20 - Hebreos 11:1 - Proverbios 16:1-3 - Deuteronomio 30:15 - Santiago 1:5-7 - 2 Corintios 12:9 - Salmo 127:1 - Isaías 55:8-9 - Salmo 139:5-6
Oración
Señor, hoy más que nunca necesito fe. Hoy quiero tomar decisiones y poner metas basándome en tu Palabra y tu sabiduría. Sé que es una virtud que das a todos y te la pido con fe para no dudar sino confiar en que mi vida está en Tus manos. Gracias porque sé que este año estará lleno de bendiciones. Amén.