En movimiento

“La fe es un compromiso que se lleva todos los días, sin importar cuáles sean los obstáculos.”

- Pastor Alejandro Castro

Nos gusta andar rodeados de personas felices, dispuestos a arriesgarse, aventurados, que le crean a Dios y pongan su fe en acción. Todos queremos andar con gente de fe, que se mueva a través de principios y valores de las Escrituras, pero nosotros también debemos ser personas de fe que caminan con otros. Nuestra burbuja social nos obliga a vivir con ciertas personas, con las que a veces no queremos convivir. Pero, ¿sos vos una persona con la que otros quieren convivir? Hay retos que vendrán después de estos tiempos, en los cuales vamos a convivir de una manera diferente. El mundo va a cambiar pero el mensaje de la iglesia no va a cambiar.

Como iglesia debemos asumir un reto, que es seguir dando el mensaje de Cristo y debemos continuar. Así lo hicieron los cuatro hombres que llevaron al paralítico frente a Jesús. En ese momento tuvieron fe para alguien más, cambiarían el entorno y la dinámica de la reunión que estaba sucediendo, con una actitud diferente, que movilizaron su fe para producir un milagro, pensando en lo que necesitaba alguien más. El principio bíblico es que es mejor dar que recibir, y hoy nos enfocaremos en dar, así como estos hombres dieron su fe para otro.

Debemos de dejar de pensar en nuestras necesidades solamente, porque cuando pensamos en los demás, Dios se encarga de lo nuestro. Él cuida de todos nosotros en todo aspecto. Vemos muchas personas sufriendo, con problemas, en crisis, y ¿qué hacemos como cristianos para ayudarles? Somos un pueblo que trae mensaje de provisión, vida eterna, esperanza y fe. No vivimos en miseria, sino que somos real sacerdocio, capacitados para transformar nuestros hogares, barrios, y el mundo. La Palabra no nos dice los nombres de los cuatro hombres que llevaron al paralítico, pero no era necesario saberlos porque nos representan a todos. Debemos saber que en nosotros está el potencial y nadie más que nosotros puede dar el mensaje que la iglesia da. Como hijos de Dios, sellados con el Espíritu, escogidos, comprados con sangre, que cuando oramos, alabamos y adoramos, cambiamos el entorno donde quiera que estemos.

Este es el momento en que tenemos que creer que somos bendición, salud, esperanza y que podemos anunciar lo que los noticieros no anuncian, las buenas noticias de Cristo. Tenemos un mensaje transformador que cambia la vida de las personas. Podemos pasar con gozo en las tormentas, y esto es algo que debemos contarle al mundo. Dios diseñó un propósito en nuestra vida y debemos caminar en él. Los cuatro hombres de Marcos 2 sabían que la fe requería acción, vieron que Jesús estaba enseñando, tomaron a su amigo y al no ver entrada, subieron al techo porque sabían que no se irían de ahí sin ver un resultado.

Hoy tenemos una invitación, para ir a cambiar el entorno e ir adelante poniendo nuestra fe en acción. Aún hay amigos, familiares y conocidos que no conocen del Señor, y nosotros tenemos una oportunidad para anunciarles la noticia de la vida eterna y el amor del Padre. Dios busca personas dispuestas a impactar el mundo con el poder del Espíritu Santo y la Palabra. Cuando estés viendo los milagros de los demás por tu fe, también vas a ver los tuyos. ¿Estás dispuesto a cambiar tu entorno?

Reflexionemos

¿Con qué tipo de personas te rodeas? ¿Te llenan o te drenan?

¿Estás dispuesto a romper esquemas y estructuras para que otros conozcan al Señor?

Versículos para reflexionar

Marcos 2:1-12 - Hechos 20:35 - 1 Pedro 2:9 - Santiago 2:17

Oración

Señor, en este día quiero levantarme, sabiendo quién soy en Ti. Recuérdame que soy bendición, salud, esperanza y fe en medio de todo lo que está sucediendo. Dame la fuerza y fortalece mi espíritu, para levantarme y transformar el entorno creyendo que tu poder actúa cuando oro y alabo. Abre mis ojos para ver lo que está sucediendo a mi alrededor en lugar de enfocarme solo en mis problemas, y así traer luz donde hay tinieblas y gozo donde hay tristeza.