Fe que restaura

"La fe es esencialmente proactiva. Siempre está lista para actuar."

-Pastor Alejandro Castro

El libro de hebreos nos describe la fe y nos dice que sin ella es imposible agradar a Dios. Además nos da una lista de personas que agradaron a Dios gracias a su fe. La Palabra nos dice que ellos fueron aprobados por Dios porque vivieron y actuaron a través de la fe. En esta lista encontramos a una persona que ante ojos humanos no debería estar ahí: Rahab. Esta mujer tenía trasfondo pagano, era gentil, no heredera de la promesa y además, era prostituta. Algo tuvo que haber hecho para que no contaran sus aspectos negativos y Dios se agradara en ella para ponerla en esta lista. Haber creído en Dios restauró su nombre y a su familia.

Nos podríamos preguntar por qué cada vez que se menciona a Rahab, se menciona que era prostituta. Podría parecer que Dios quería que no olvidáramos de dónde venía ella y hasta dónde la llevó su fe. Para contextualizar recordemos que el pueblo de Israel entró a la tierra prometida después de haber estado 40 años en el desierto. Se habían caído las murallas de Jericó y todo lo que había dentro de ellas había quedado destruido, menos la casa de Rahab. Esto fue así porque Rahab había protegido a los espías judíos a pesar de poner en riesgo su muerte, entonces le perdonaron la vida a ella y quienes estuvieran en su casa.

Rehab había creído que el Dios de Israel era el Señor, que les daría la tierra y que Dios estaba con ellos. Ella no había estado con el pueblo de Israel cuando vivieron la prueba en el desierto, pero ella oyó y creyó. Así es como viene la fe, por el oír la palabra de Dios. Ella nunca había visto milagros, pero sabía que Dios podía hacerlos. Además, su fe vino con obediencia, porque ató un cordón rojo que sería señal para Israel de perdonar la vida de esa casa. Ese cordón rojo representaba la sangre de Cristo que perdona y salva de la muerte, al igual que la historia de Egipto cuando las casas pusieron sangre en sus puertas.

Así tenemos que vivir nosotros, en obediencia inmediata, sabiendo que la fe siempre es premiada y recompensada. Cuando actuamos con fe es sabiendo que algo va a suceder y Dios siempre premia. Rahab no solo creyó, su fe se vio en obras. La fe se tiene que ver en nuestras acciones, sino ¿cómo saber que la tenemos? Rahab sabía a quién creerle y agradarle. Si vemos la genealogía de Jesús en Mateo 5 podemos ver el resultado de esta fe. Rahab fue madre de Booz, quien tuvo a Obed, hijo de Rut. Obed fue padre de Isaí, quien fue padre de David el rey, de quien salió Jesús después. Rahab está en los antepasados del rey David y Jesús. Dios no se avergüenza de Rahab a pesar de ser prostituta, sino que la ve como una mujer de fe que fue restaurada y salva. En Él todo es hecho nuevo.

Reflexionemos

¿Podemos creer sin ver primero?

¿Qué cosas que Dios ya olvidó de tu pasado debes dejar ir?

Versículos para reflexionar

Hebreos 11:1-2 - Hebreos 11:6 - Hebreos 11:31 - Josué 2:8-13, 17-18 - Santiago 2:25 - Josué 6:16-17, 22

Oración

Señor, gracias por tu sangre que todo lo perdona. Gracias por hacerme nuevo en ti y olvidar mi pasado y mis errores. Hoy quiero que aumentes mi fe para vivir conforme a ella y caminar cada día en pasos de fe que me permitan ver tus milagros. Confío que estás cerca y vienes conmigo. Amén.