Lo Mejor

"No hagamos las cosas por cumplir sino con el deseo de honrar a Dios."

-Pastora Flora Baeza

Cuando vemos a nuestro alrededor, y vemos la creación, sabemos que hay un maravilloso Creador detrás de ella. Es impresionante lo que la creación es, y eso solo puede tener un Dios como el nuestro. La Tierra gira y el Sol sale todos los días por orden de Dios. Dios ordenó al Sol a salir cada día hace millones de años y hoy sabe que tiene que salir y sigue obedeciendo a Su Palabra. Dios todo lo que hace lo hace perfecto. Jesús también vino a la Tierra y todo lo hizo perfecto. Cumplió con cada una de las profecías que se hicieron de Él hasta 700 años antes. Jesús sanó enfermos, hizo milagros, nos regaló una salvación perfecta y debemos estar seguros que un día lo veremos cara a cara. Dios siendo único y lo más grande del mundo, decidió amarnos y darnos lo mejor que tenía. Decidió ser nuestro papá y es el mejor que podemos imaginar.

Dios formó al pueblo de Israel a través de un hombre y cuidó y guardó a ese pueblo para que crecieran, se formaran y que salieran de forma milagrosa de la esclavitud. A pesar de todo, Israel fue un pueblo infiel. En general el humano tiende a ser infiel. En el libro de Números, Dios establece varias celebraciones que el pueblo debía hacer, con lujo de detalles. No solo con fiestas, sino que también con Moisés dio instrucciones detalladas sobre el tabernáculo. Dios es detallista y sabía cómo quería que se hicieran las cosas paso a paso. Dios dejó detalle de todo para que podamos agradarle en nuestra forma de vivir, y no viviendo como queramos, sino agradándolo como a Él le gusta.

El pueblo de Israel comenzó a darle a Dios como sacrificio las cosas que ya no les servían, los animales enfermos, ciegos, que no generaban ganancia, alimentos contaminados, etc. Nosotros le damos a alguien un buen regalo cuando sabemos que es alguien importante, de influencia, para beneficio nuestro, o tiene valor. Pero con Dios nos pasa al revés muchas veces. En lugar de darle lo mejor, le damos lo peor, o lo que nos sobra. ¿Por qué Dios nos daría lo mejor de Sí mismo, si nosotros no le damos lo mejor de nosotros?

Un ejemplo es también David, un hombre que conocía a Dios, lo que le agradaba y lo que no. Se equivocó muchas veces pero su corazón amaba a Dios y se arrepentía y se corregía. A David le llegó un regalo en una ocasión, oro plata y bronce, pero él no se dejó eso sino que al ser lo más valioso que tenía, se lo dio a Dios. Él siempre le entregó lo mejor a Dios y cuando pecaba le entregaba su mayor arrepentimiento. Cuando hizo el censo del ejército, que Dios no le había pedido, Dios le pidió un altar. A David le iban a regalar el terreno, animales y otras cosas, pero David no lo tomó porque ese altar a Dios no le iba a costar nada. Él quería darle a Dios algo que saliera de sí mismo, por lo que pagó por todo para el altar.

No podemos empeñar nuestros valores, nuestra sanitdad ni nuestra fe. Tampoco podemos quedar bien con todos y no quedar bien con Dios. Todo lo que tenemos en este mundo va a desaparecer, pero debemos darle honor y gloria con nuestro corazón a Dios. Él ve nuestro corazón y Él quiere que demos de nosotros mismos nuestra mejor adoración.

Reflexionemos

¿A quién le estás dando lo mejor que tenés?

¿Qué es lo mejor que tenés para darle a Dios?

Versículos para reflexionar

Malaquías 1:6-9, 12-13 - 1 Crónicas 18:9-11 - 1 Crónicas 21:18-24 - Mateo 6:19-21

Oración

Señor, gracias por lo que estás haciendo en mi corazón, confrontándome para trabajar en lo que debo cambiar en mí. Permíteme darte lo mejor y presentarme delante de Tí agradable. Quiero darte lo mejor de mí siempre. Amén.