Misión Cumplida
"Nadie que tenga un encuentro con el Cristo resucitado puede seguir igual."
-Pastor Alejandro Castro
No hay acto de amor más grande a través de la historia que la cruz de Cristo. Si Cristo no hubiera resucitado, estaríamos perdiendo el tiempo en nuestras vidas, pero la razón por la cual vivimos, es porque nuestro redentor vive y dejó una tumba vacía. Solamente Cristo es un Dios vivo que dijo que moriría por su pueblo y resucitaría.
Esteban, el primer mártir de la iglesia, pudo ver a Jesús a la derecha del Padre. Solo Cristo es tan grande para gobernar el mundo y no hay nadie más poderoso que Él. Ahí en ese momento estaba Saulo, quien también tuvo un encuentro con Cristo y su vida fue transformada. Saulo era perseguidor de los cristianos, quería encarcelarlos y eventualmente matarlos. En su encuentro con Jesús, quedó ciego y tuvo que seguir instrucciones para ver de nuevo. Además de esto, su vida cambió y creyó en Jesús. Todos los que tenemos un encuentro con Cristo tenemos que ser transformados. Muchos nos quedamos en la cruz, pero eso es solo una parte de la obra de Cristo, que culmina en la resurrección. Si Jesús no hubiera sido el cordero perfecto, no habría resucitado. Jesús murió y resucitó, certificando que todo lo que se había dicho de Él se iba a cumplir y se cumplió.
La muerte de Cristo se anunció en distintas ocasiones por muchísimos años. Muchos profetas hablaron de Él, el Mesías, y en muchas ocasiones estos profetas fueron rechazados. Jesús entonces dijo que daría una señal para probar que era el Hijo de Dios. Moriría en una cruz y resucitaría al tercer día. Jesús, con su muerte y resurrección, demostró que las Escrituras eran verdaderas.
El pecado entró al mundo por un hombre y por otro hombre fuimos rescatados. La paga del pecado era la muerte, la separación de Dios, y todos los que pecáramos moriríamos, pero Jesús nos rescató y pagó por nuestro pecado con su propia vida, haciendo que todos volviéramos a vivir. Jesús hace que eliminemos a la muerte de la ecuación. Él voluntariamente vino a rendir su vida para salvar la nuestra, para que toda persona aunque estuviera muerta, viviera. Por eso no podemos comprar la salvación, es un regalo por gracia, no podemos sustituirlo con obras, porque nada puede pagar un precio tan alto como el que pagó Cristo.
Algo hermoso que sucede cuando Cristo resucita, es que tenemos un sacerdote que nos comprende y nos escucha. Él toma nuestra mano y la del Padre y nos conecta para que nuestra oración sea escuchada. Él es el camino que no se esconde y aboga por nosotros. Eso es lo que Jesús hace por nosotros delante del Padre. Podemos llegar al Padre porque nuestro Sumo Sacerdote está vivo, toma nuestras oraciones y las lleva delante Suyo.
Reflexionemos
¿Has tenido un encuentro con Jesús resucitado?
¿Cómo cambió tu vida ese encuentro?
Versículos para reflexionar
1 Corintios 15:3-4, 14, 21-22 - Juan 11:25-27 - Hechos 7:54-56 - Hechos 9:1-7 - Mateo 17:22-23 - Mateo 12:38-41 - Romanos 6:23 - Romanos 5:12 - Efesios 2:8 - Hebreos 4:14-16
Oración
Señor, gracias por dar tu vida a cambio de la mía, siendo un pecador que te ha negado múltiples veces. Celebro que eres un Dios vivo y no solo eso, sino que eres mi amigo y mi sacerdote, que escuchas mi oración y la llevas al Padre. Gracias por tu regalo de la gracia y por rescatarme de la muerte. Celebraré por siempre que estás vivo y reinas. Amén.