No me di cuenta

"El enemigo busca adormecernos y que perdamos nuestra visión del Reino, pero Cristo viene a libertarnos."

- Pastor Alejandro Castro

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Este es un dicho que oímos muy a menudo. Realmente no sabemos el valor de las cosas hasta que las necesitamos y no las tenemos con nosotros.

Sansón es un personaje muy conocido y puede que nos identifiquemos con él más de lo que pensamos. Su nacimiento fue un milagro y Dios había puesto una gracia y poder especial sobre él, pero también Sansón vivía bajo un voto con Dios. Cualquiera habría pensado que su vida sería maravillosa, y eso sucede cuando caminamos en la voluntad de Dios. Cuando Dios está con nosotros nos capacita para hacer cosas extraordinarias. ¿Por qué algo saldría mal en la vida de Sansón? Este hombre terminó en la cárcel, moliendo, ciego y encadenado. Sansón comenzó a jugar con el pecado y despreció las cosas espirituales. De la misma manera nosotros podríamos caer en un adormecimiento espiritual, y dejar de leer la Biblia, dejar de orar y adorar por estar en confinamiento. Algunos podemos haber dependido de venir a la iglesia y durante la pandemia nos hemos enfriado. El resultado de la vida de Sansón no sucedió de un día para otro. Fue algo que sucedió poco a poco, y por eso debemos estar alerta nosotros también.

Como nunca antes, el mundo está presionando para que los cristianos cedamos a nuestros valores y principios, porque es el tiempo donde los hijos de Dios debemos brillar más que nunca. La iglesia debe seguir haciendo su trabajo, y la iglesia es cada uno de nosotros. No podemos despreciar el Espíritu de Dios que está en nosotros. Él nos puso a cada uno de nosotros en esta Tierra para servir a nuestra familia, la iglesia y una nación. Sansón despreció lo que Dios le había dado, entró en un proceso de decadencia espiritual y autodestrucción. Si prestamos atención, en ningún momento de la historia de Sansón se menciona al diablo. Todo lo que sucedió fue por decisión de Sansón y su deseo por las cosas que sabía que no debía tener. En su distracción con Dalila, descuidó la fuerza que se le había confiado, y tarde o temprano, tuvo que pagar el precio.

Sansón confundió el don con la aprobación, y nosotros no podemos confundir la bendición con la relación tampoco. Debemos estar atentos y ser sensibles a la voz y el Espíritu de Dios. Debemos analizar nuestra vida para ver en qué nos hemos vuelto insensibles. Nuestra tendencia es buscar a Dios en la necesidad, pero nos adormecemos cuando nos acostumbramos y parece que no nos ha ido mal. El mundo puede tratar de confundirnos, pero debemos servir a quien realmente amamos y estar seguros en donde sabemos que sí tenemos seguridad. Tal vez te has vuelto insensible a la voz de Dios y a las escrituras, pero es hora de volver a levantarse y despertarse.

Reflexionemos

¿Cuáles áreas de tu vida se han adormecido?

¿Qué podés hacer hoy para recuperar tu fuerza espiritual?

Versículos para reflexionar

Jueces 13:24 - Jueces 16:20-21

Oración

Señor, hoy quiero acercarme a tu trono por la gracia que me das. Vengo a rendirme a tus pies arrepentido por el tiempo en que he estado adormecido y he dejado que las distracciones me alejen de ti. Hoy quiero volver a despertar. Anhelo tus bendiciones pero más que eso, deseo una relación cercana contigo. Te pido que me corrijas para ser aprobado y te doy gracias porque tu amor por mí no cambia. Amén.