Obediencia Completa

"El camino para la bendición está en el camino de la transformación."

- Pastor Alejandro Castro

Los cristianos siempre estamos en un proceso constante. En la Comu recientemente hemos hablado sobre cómo tratar con el corazón del hombre y cómo tener acceso directo a la presencia de Dios y cómo llegar limpios para tener comunión con Él. En este mundo muchas personas viven por apariencia, incluso algunos trabajan como asesores de imagen para una persona y les desarrollan una personalidad e imagen, diciéndoles qué hacer y qué vestir todo el tiempo. Los cristianos, en nuestro ámbito, muchas veces caemos en el engaño de que tenemos que tener una apariencia religiosa, de denominación, de piedad, de que Dios nos usa, de que nos sabemos las escrituras, y si fueran realidad está bien, pero muchas veces es pura apariencia. Las enseñanzas anteriores nos confrontan con esos temas, porque Dios está mucho más interesado en nuestra transformación que darnos cosas, pero nosotros estamos más interesados en la bendición que la transformación. Debemos buscar primero el Reino de Dios y lo demás será añadido, pero muchas veces buscamos lo añadido para ver si ahí está Dios.

Tenemos un concepto errado de los milagros. Pensamos que son para que la gente crea, pero realmente son manifestaciones del poder, misericordia y gracia de Dios. Hemos visto muchos ser sanados que no continúan teniendo una vida devota a Dios, porque buscaban el milagro pero no a Dios. Por eso debemos comprender que cuando Dios prepara una tierra prometida, prepara el terreno, pero primero prepara nuestro corazón para que cuando lleguemos a la promesa no nos perdamos y la vivamos bien. Cuando somos transformados por la presencia de Dios y su Palabra, en lugar de buscar bendición seremos personas bendecidas, que caminan en bendición en vez de buscarla.

En la Palabra encontramos a Naamán, un hombre del ejército que era favorecido por el Rey, pero tenía una enfermedad llamada lepra (que en aquel momento representaba inmundicia, pecado, impureza, desobediencia). Él sabía que el profeta Eliseo podía sanarlo, por lo que invirtió tiempo para hacer este viaje hacia el profeta y llevaba muchísimo dinero para comprar su sanidad. Naamán necesitaba sanar su corazón pero tenía un orgullo que no le permitía recibir la sanidad que necesitaba. Eliseo le dijo que se sumergiera 7 veces en el Río Jordán pero Naamán se enojó porque su soberbia no le permitía obedecer a la instrucción que le dieron. Seguramente pensaba que debía comprar su sanidad o hacer algo más, pero su orgullo casi le impide su sanidad. De no ser persuadido por los sirvientes, no habría obedecido. Nosotros a veces cometemos el mismo error, le pedimos al Señor algo y nosotros mismos definimos cómo queremos que responda. Pero Dios no quiere simplemente suplir una necesidad en nuestra vida, sino que quiere suplir nuestro corazón que es nuestro mayor problema, no lo que nos rodea ni las circunstancias . ¿Cuántas veces nos hemos parecido a Naamán? Dios quería tratar a Naamán en el interior, y el exterior sería sano por consecuencia. Nosotros lo sabemos, pero a veces lo olvidamos. Cuando busquemos a Dios, debemos seguir su receta para nuestra sanidad. Así como seguimos una receta médica, debemos saber que lo que Él nos indique será lo que nos ayudará. Dios quiere que entendamos lo espiritual y que encontremos el propósito de nuestra vida. Nos movemos mucho por lo material pero Dios quiere que primero veamos lo espiritual.

Cuando Naamán se fue a sumergir las 7 veces, Dios lo sanó. Lo que consiguió su sanidad fue la obediencia, porque no lo hizo a medias, sino tal y como se le había ordenado. Recordemos que una obediencia a medias es una desobediencia total. No vaya a ser que siempre tengamos “lepra” en nuestra vida por no poder obedecer la Palabra de Dios como se nos ha pedido. Asimismo, Dios quiere que cumplamos su Palabra tal como nos lo ha pedido para que podamos ser transformados y bendecidos.

Reflexionemos

¿Qué necesita ser transformado en vos para que podás ser bendecido?

¿Hay algo que Dios te ha pedido obedecer?

Versículos para reflexionar

Mateo 6:33 - Proverbios 28:13 - 2 Reyes 5:1-14 - Proverbios 3:7-8 -

Oración

Señor, hoy reconozco que he puesto muchas excusas porque en mi humanidad limitada no puedo comprender Tus planes. Hoy quiero recibir tu instrucción y serte obediente. Quiero ser transformado para vivir en bendición y que mi corazón anhele esto más que las bendiciones. En tu nombre te pido que tu Palabra me siga instruyendo. Amén.