Pasión que supera habilidades
“Si usted abandona un proyecto en el penúltimo intento, usted nunca conocerá lo que estaba a punto de lograr. No importa cuántas veces lo haya intentado, nunca deje de caminar, porque la victoria pertenece a los que insisten y perseveran”
- Pastor Sixto Porras
Cuando nos entregamos con dedicación podemos multiplicar lo que Dios nos ha dado. Él nos da muchas oportunidades para vivir en plenitud, pero cuando una situación difícil se extiende en el tiempo puede atraparnos y podemos comenzar a perder la fe. El secreto para superar una crisis es pedirle a Dios que nos ayude a remontarnos sobre la circunstancia a partir de la fe y la confianza plena en Él. Por eso hagamos lo que hagamos, tengamos lo que tengamos, que sea nuestra meta multiplicarlo y entregar lo máximo, sirviendo a los demás, para vivir la vida con pasión. No podemos elegir nuestros sentimientos, pero podemos decidir cómo reaccionar frente a las circunstancias.
En 2 Corintios 8 vemos que en Macedonia la crisis era extrema, pero a pesar de ello, la iglesia rebosaba en alegría, generosidad e iniciativa. A pesar de su extrema pobreza eran generosos pero ¿cómo llegamos a vivir nosotros esta dimensión? Ellos no vivieron así por obligación sino que entendieron que Dios es quien llena todo y por eso podían pensar en los demás. La actitud que tenemos frente a la vida es lo que hace la diferencia. No es lo que hagamos, sino en qué nos enfoquemos. Debemos poner la mirada en estas cosas: la meta final en el cielo donde estaremos en Su presencia y que Jesús está en medio y con nosotros. Haciendo esto, podremos vivir con alegría y activar todo lo que el Señor ha puesto en nosotros.
Pablo nos dice en Filipenses que nos alegremos y seamos amables en todo tiempo. Pero ¿cómo podemos estar alegres cuando nos vemos rodeados de problemas e incertidumbre? Sabemos que el Señor cuida de nosotros y que si ponemos nuestras peticiones delante de Él, Su paz que sobrepasa todo entendimiento estará con nosotros. Él está cerca, más de lo que podemos imaginar. Si nos alimentamos con fe, alabanza, adoración y oración, sabemos que aunque nos vayamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día con día y al final veremos una gloria eterna que vale mucho más que los sufrimientos que enfrentamos ahora.
Reflexionemos
¿Qué mensaje está nutriendo tu vida?
¿En dónde has fijado tu mirada?
Versículos para reflexionar
2 Corintios 8:1-3 - Salmo 23 - Filipenses 4:4-7 - 2 Corintios 4:16-18 - Juan 15:5 - 1 Pedro 4:10-11
Oración
Señor, enséñame a ver con ojos eternos, más allá de las circunstancias que me rodean. Presento mis peticiones a ti sabiendo que estás cerca y que tu paz vendrá sobre mí. Enséñame también a ser generoso y servicial con los demás, sabiendo que tu corazón es generoso, que dar es mejor que recibir y que estás a mi cuidado. Confío en tí a pesar de lo que mis ojos ven y ansío ver tu gloria en medio de todo en mi vida.