Recordar & No Pensar

"Cubramos nuestra vida con las promesas de Dios."

- Pastor Alejandro Castro

Alguien le preguntó una vez a Hellen Keller “¿qué podría ser peor que la ceguera?” Ella dijo “tener la vista y no tener visión”. Muchas veces nos encontramos en situaciones en las cuales nuestra mente comienza a procesar la información de lo que percibimos a nuestro alrededor. Puede que veamos que ya no nos queda mucho que comer, o que nuestra situación no se ve muy bien, pero estamos pensando a partir de lo limitado que vemos, escuchamos, sentimos, etc. Hacemos conclusiones a partir de nuestro criterio, pero Dios siempre ve el panorama más amplio.

Muchos hemos experimentado el poder de Dios en nuestras vidas y lo hemos visto hacer maravillas. Sin embargo, cuando enfrentamos otra prueba, se nos olvida lo que Él puede hacer en medio de nuestra situación. En esos momentos, debemos recordar, no pensar. Recordar que Dios siempre cumplirá el pacto que haga con nosotros, y aunque nos equivoquemos en el camino, Su promesa siempre se cumplirá. Es lógico que cuando comenzamos a pensar en lo que vemos, y las circunstancias que percibimos, olvidamos las promesas de Dios, pero debemos recordar lo que Dios ya ha dicho. Cuando llega la duda, la inseguridad, la desesperación, cuando toda la información llega a nuestra mente y la procesamos de la manera equivocada, con nuestras fuerzas, sin pasarla por el filtro de la promesa de la Palabra y recordar lo que Dios ha dicho, las cosas se vuelven tenebrosas.

Lo opuesto a la fe, es el temor. Recordar las promesas de Dios y su Palabra es importante porque nos conecta con él. Cuando vivimos en temor, estamos conectándonos con las circunstancias y lo que ven nuestros ojos naturales. En lugar de conectarnos con lo eterno, nos conectamos con lo temporal; en lugar de conectarnos con las riquezas del cielo, nos conectamos con las limitaciones de la Tierra; en lugar de conectarnos con la eternidad, nos conectamos con lo finito. Tenemos que aprender con qué nos debemos conectar cuando estamos en medio de nuestras circunstancias: el Dios que puede hacer lo imposible, el Rey del Cielo y Dios fiel, que mantiene sus promesas a sus hijos.

Dios llama las cosas que no son como si fueran, y la fe no niega la realidad, tiene la capacidad de transformarla. Tomemos las promesas de Dios como armadura y vivamos con fe según lo que Él ya ha dicho, porque se cumplirá.

Reflexionemos

¿Estás descansando en las promesas de Dios, o en tu percepción de las cosas?

¿Podés recordar y anotar promesas en tu vida?

Versículos para reflexionar

Génesis 16:6-11 - Génesis 21:14-21 - Números 23:19 - Isaías 55:11 - Salmos 91:4

Oración

Señor, Dios fiel, hoy quiero recordar las promesas que tu Palabra tiene para mí. Reconozco que eres un buen padre y no abandonas a tus hijos en sus situaciones. Dame más fe, y recuérdame tu Palabra para aprender a vivir según tu verdad. Hoy declaro que mis circunstancias no definen mi situación, sino lo que Tu dices que me define. Amén.