Sí...pero no

"El gran reto que tenemos es dejar de confiar en nuestras posibilidades y confiar en Dios y en su control."

-Pastor Alejandro Castro

Pablo escribió la mayor parte del Nuevo Testamento. En la iglesia de Corinto había muchos comportamientos que Pablo escribió para corregir, por lo que la primera carta a los corintios era muy exhortativa. Sin embargo, la segunda carta cambia el tono y es más motivacional para darles ánimo y así lograr pasar las pruebas que estaban sufriendo. El desánimo puede desarmar al más valiente y opaca al más optimista, pero esta carta nos pone en la posición correcta para enfrentar las pruebas que inevitablemente llegan a nuestra vida. No podemos controlar nada de lo que sucede a nuestro alrededor pero sí podemos controlar lo que está en nuestro corazón y tenemos el poder del Espíritu y La Palabra. La buena noticia es que las pruebas llegan, pero somos victoriosos ante ellas.

Las pruebas tienen un sentido y una razón, y es que aprendamos a confiar en Dios y no en nosotros mismos. Nuestra confianza debe ser trasladada de nosotros a Él. Nuestro trabajo es amar a Dios profundamente para que todas las cosas sean para nuestro bien aunque al principio no las comprendamos. Si entendemos que las pruebas son enseñanzas que nos van a traer bien a la vida, la enfrentaremos diferente. Pablo entendía que en Cristo podía fortalecerse y era Él quien le daba las fuerzas en cada prueba.

Hay dos elementos importantes que aprender. Somos vasos frágiles de barro, imperfectos. Si entendemos lo que Dios pone en nosotros, veríamos nuestro verdadero valor. Así como una alcancía, su valor depende de lo que contiene, no el material en que está hecho. El valor está en el interior. Ese espíritu que levantó a Jesús de los muertos también vive dentro nuestro y junto con Su Palabra nos sostendrá cada día. Pablo nos dice que podemos estar atribulados, en apuros, perseguidos y derribados, estas cosas no se escogen y siempre vendrán a nuestra vida, no las elegimos. Son realidades de la vida. Reconocer una situación no nos hace derrotados, no debemos negar la realidad sino enfrentarla en la posición correcta. Todos estaremos en alguna de estas circunstancias en la vida, pero si no las manejamos bien ni las enfrentamos con las herramientas del Señor, tendremos la consecuencia de estar angustiados, desesperados, desamparados y destruidos. La diferencia de estas cosas es que son sentimientos, no realidades como las pruebas.

¿Cómo pasamos las tribulaciones sin ser destruidos? Con fe. Podemos pasar por circunstancias difíciles con gozo. Es difícil, pero con fe es posible. Cuando surgen los sentimientos de derrota debemos declarar la verdad del Señor y mantenernos firmes en la fe para levantarnos victoriosos. Aunque por fuera nos desgastemos, por dentro nos vamos renovando y adquiriendo el valor del Señor. La fe transforma nuestra perspectiva para ver todo lo que el Señor tiene para nosotros. Vivamos arraigados a esa verdad.

Reflexionemos

¿Con cuáles herramientas estás atravesando tus pruebas?

¿Estás yendo al trono de la gracia para hallar descanso?

Versículos para reflexionar

2 Corintios 1:8-10 - Romanos 8:28 - Filipenses 4:11-13 - 2 Corintios 4:7-9 - Mateo 11:28 - Proverbios 24:16 - 2 Corintios 6:4-10 - 2 Corintios 4:16-17

Oración

Señor, gracias por recordarme que soy victorioso en Ti. Gracias por hacerme una vasija que puedes llenar con poder y enséñame a verme de la misma manera que tu me ves: valioso. Te pido que me ayudes a fortalecer mi fe para enfrentar las pruebas que vengan por delante, para pasarlas de la manera correcta contigo sin desmayar ni darme por vencido. Amén.