Siembra
"No podemos esperar cosechar algo que no hemos sembrado."
- Pastor Andrés Castro
Hay muchos temas de la Palabra que tenemos que conocer y comprender para llegar a ser un cristiano maduro. Debemos comprender que Jesús vino a hacer discípulos, no solo conocedores. Él quería que la gente lo siguiera e hiciera lo que Él hacía. Es decir, ser cristiano no solo es conocer a Jesús, lo que dijo, lo que hizo y sus enseñanzas, sino tomar todo eso y permitir que transforme nuestra vida para actuar como Él.
Uno de los principios que Jesús nos enseña es la Generosidad. Desde niños se nos enseña a compartir para no crecer egoístas. Tenemos que cambiar la manera en que pensamos de las cosas, nuestros recursos y nuestro tiempo. Para ser generosos tenemos que librarnos de la idea de que todo nos pertenece. La Palabra dice que nuestro cuerpo, nuestro dinero e incluso nuestros talentos son de Dios. Él nos prestó todo para administrarlo aquí en la Tierra. Si entendemos que nada es nuestro, es más fácil desprendernos de ello, pero si pensamos que es nuestro seremos más egoístas. Al administrar algo que no es nuestro podemos ser buenos o malos mayordomos.
Dios creó el mundo en ciclos también, permitiendo que cada cosa que creó tenga su proceso, con la promesa de que todo lo que sembró en la creación, luego cosechará. La ley de reciprocidad es muy importante pues está en nuestra vida diaria. Debemos alimentar lo que nos alimentó para no matar la fuente. Por ejemplo, cuando llueve, el agua se evapora y vuelve a llover. Cuando se siembra, su fruto vuelve a sembrarse y así continúa el ciclo. De la misma forma nosotros debemos hacer. ¿Cómo? Dando de comer a quienes nos dieron de comer, perdonando a quienes nos perdonan, bendiciendo a quienes nos bendicen, ayudando a quienes nos ayudan, etc.
Debemos ayudar a los demás sin esperar nada a cambio y seremos recompensados por Dios. No podemos esperar cosecha de algo que no hemos sembrado. Así lo promete la Palabra de Dios. Los hijos del Altísimo nos diferenciamos de los demás siendo buenos aún con aquellos que no lo son con nosotros, pues imitamos y actuamos como Aquel que nos enseña a ser generosos. Esta es también la que conocemos como la ley de la siembra y cosecha. Es mejor dar que recibir, y Él será quien nos recompensa según lo que hemos sembrado.
Reflexionemos
¿Estás alimentando lo que te alimenta?
¿Estás sembrando lo que esperás cosechar?
¿Cómo estás siendo generoso con los demás?
Versículos para reflexionar
Lucas 6:30-38 - 2 Corintios 9:6-10 - Deuteronomio 15:10
Oración
Padre, hoy quiero pedirte perdón si he pensado que cualquier cosa que tengo es mía. Hoy reconozco que todo lo que tengo es por Ti. Quiero honrarte y reflejar tu generosidad con mi vida, por lo que hoy te pido que pongas en mi corazón el deseo de compartir lo que tengo con otros. Confío en tu provisión y que todo lo que siembre, cosechará. Sé que me respaldas y nunca me faltará nada porque todo viene de Ti. Amén.