Un Lugar Seguro
"Sabemos que esperar en Él es más fácil, porque sabemos que veremos su bondad."
- Pastor Alejandro Castro
El mundo cada vez es más difícil, y tenemos que tener las herramientas, la actitud y la forma correcta para enfrentar las circunstancias de la vida. La manera en que enfrentemos las dificultades de la vida nos dice si vamos a salir victoriosos o derrotados. Si hay alguien que enfrentó adversidad fue David, pero él supo cómo enfrentarlas y a quién recurrir. A través de los Salmos nos enseña lo que vivió en su adversidad. Nuestra tendencia es tratar de resolver todo rápido con nuestros propios recursos pero eventualmente nuestras fuerzas se agotan.
Lo primero que David hace es declarar su fe. Así debemos comenzar todo proceso, declarando lo que creemos y en quién, para fortalecernos. En el Salmo 27 David se recuerda a sí mismo, para que sus emociones no lo venzan. Cuando enfrentamos dificultad tenemos una batalla interna con nuestros sentimientos, nuestra percepción y las emociones, y sabemos que lo que ven nuestros ojos no es mentira pero tenemos una lucha para que la fe esté por encima de lo que vemos. Debemos recordar que la fe no niega la realidad sino que la transforma. David estaba en problemas pero no cambió la manera en que pensaba acerca de Dios y tal vez nuestros problemas son diferentes a los de David, pero no dejan de ser problemas.
Otro ejemplo es cuando Jesús calma la tormenta cuando iba con sus discípulos en la barca. Él dormía y los discípulos lo despertaron al temer a la tormenta. Jesús les preguntó dónde estaba su fe, no porque tuvieran miedo, sino porque se dejaron vencer por el miedo. Cuando estamos en problemas la vida parece ser más oscura, pero David sabía quién iba delante suyo. Por eso, lo segundo que David hace en el Salmo 27 es ordenarle a su corazón que no tema y permanezca confiado.
Lo tercero que hace es expresar su oración, una petición, para que eso que declaró y confesó se vuelva una realidad sobre su vida. David le pide a Dios estar en su casa todos los días. En dificultad podemos pedirle muchísimas cosas al Señor y nos estresamos esperando que sucedan tantas cosas, pero David, de todo lo que pudo haber pedido y anhelado, solo quería estar con el Señor.
Las adversidades pueden lograr dos cosas: alejarnos o acercarnos a Dios. David amaba a Dios aún en medio de las dificultades y le pide acercarse más. Él sabía que ahí estaría satisfecha su necesidad. Lo cuarto que David hace es disfrutar la presencia de Dios y alabar. Si hay un arma para pelear las batallas, es la alabanza, ¡cantar y adorar! Aprendamos a pelear nuestras batallas con alabanzas. Cuando vamos a su Presencia y adoramos, el problema se ve más pequeño y largo, mientras Dios se hace más grande. David sabía que Dios nunca le fallaría, e igualmente nosotros lo último que podemos pensar en la adversidad es que Dios nos dejará.
Debemos reconocer que no conocemos la solución a nuestros problemas, que necesitamos la guía e instrucción del Señor porque Él sí conoce cómo obtener la victoria, y que lo único que necesitamos es estar en la casa del Señor cada día para que Él nos hable. Esperemos valientemente en el Señor, con paciencia, pero sabemos que esperar en Él es más fácil, porque sabemos que veremos su bondad.
Reflexionemos
¿A quién estás recurriendo en tiempos adversos? ¿Qué le pedís al Señor en medio de la adversidad?
Versículos para reflexionar
Salmo 27:1-14 - Marcos 4:35-41 - Salmo 103:1-3
Oración
Señor, gracias porque sé en lo profundo de mi corazón que cuento contigo cada Día. Perdóname cuando he intentado resolver mis problemas con mis propias fuerzas. Quiero estar contigo cada día y descansar en Tu guía, tus fuerzas y tus estrategias. Sé que obtenderé la victoria contigo así que te alabo, para recordarme a mí mismo que solamente necesito fe. Amén.