Un nuevo capítulo

"No sos lo que el mundo dice, sos lo que Dios ya dijo de vos."

- Pastor Andrés Castro

Cuando comienza un año nuevo, tenemos la oportunidad de comenzar un nuevo capítulo. Es importante que tengamos una reunión con nosotros mismos para establecer nuestros objetivos del año, con acciones concretas para cumplirlos. Esto nos permite medirnos para que al pasar el tiempo podamos definir si logramos los objetivos o no. Una de las razones por las cuales las personas fracasan es porque ponen objetivos pero no saben quiénes son. Debemos establecer metas y planificar según quiénes somos, porque podemos llegar a plantear objetivos que no sean eficientes. Entonces, primero debemos entender nuestra identidad, y luego nuestro propósito, para establecer nuestras metas.

Nuestra profesión o aquello a lo que nos dedicamos no es nuestra identidad. Imagina un deportista que se accidente y no pueda hacer deporte nunca más, se quedaría sin identidad. Lo que hacemos no nos define, sino nuestro creador. Debemos tener claro que fuimos creados por Dios, no por nuestros padres ni nadie más. Dios decidió que hoy estuvieras aquí en la Tierra en este momento, fuimos creados en su misericordia y grandeza por Él y para Él. Entendiendo esto, ahora sabemos que representamos a Dios donde estemos y somos hechos para darle gloria en todo lo que hagamos. No importa tu profesión, tu situación financiera o cualquier otro factor, lo que importa es que glorificamos a Dios, lo demás es secundario.

Entonces, siendo hechos a imagen y semejanza de Dios, podemos elegir, si ser fieles a Dios, si pecar, obedecer o hacer otra cosa. Nosotros no dejamos de pecar por una regla, sino que somos fieles porque representamos a Dios. Si queremos escalar a un puesto en nuestro trabajo, hagámoslo, pero siendo fieles con Dios. Hagamos las cosas por amor, no por cumplir. Dios no nos va a medir por lo que hagamos, sino por lo que somos. Tenemos la responsabilidad de administrar lo que Dios ha puesto en nuestras manos (nuestro trabajo, nuestros bienes, nuestro cónyuge, nuestros hijos, etc.) Pero somos sacerdotes, llevamos la presencia de Dios dentro de nosotros. Además, Dios nos promete que permanecerá en nosotros si permanecemos en Él, y que daremos fruto. Sin Él no podemos hacer nada ni dar fruto, porque fuimos creados por Él y para Él. Cuando damos fruto, lo glorificamos y mostramos que somos suyos.

Nuestro propósito en este mundo es dar fruto. Busquemos la comunión con el Padre para pedir su voluntad en nuestra vida y poder alcanzar las metas que primero nacieron en su corazón, y si buscamos la voluntad del Padre, nuestros deseos se concederán. Nuestro objetivo primordial este año es glorificar a Dios y representarlo. ¡Animémonos a vivir un 2022 diferente, siendo transformados e impactando a otros! Declaremos la Gloria de Dios en nuestra vida y tengamos fe.

Reflexionemos

¿Quién dice Dios que sos?

¿De cuáles maneras podés glorificar a Dios con tu vida?

Versículos para reflexionar

Génesis 1:27 - Colosenses 1:16 - Juan 15:1-8 - Jeremías 1:5

Oración

Señor, gracias por elegirme para vivir en este momento y este lugar. Gracias porque tengo propósito, una identidad en ti y anhelas lo mejor para mi vida. Enséñame todas las maneras en que puedo glorificarte con mi vida para darte a conocer a otros. Quiero ser la mejor versión de mi mismo y representarte de una manera digna. Gracias por tu fidelidad. Amén.