¿Y mañana qué?
"Cuando recibimos las herramientas del espíritu, podemos vivir en fe para activarlas."
-Pastor Andrés Castro
En el Sermón del Monte, Jesús le enseña a los discípulos a no preocuparse por qué comerán, qué beberán o qué vestirán, porque el Señor cuida de nosotros así como cuida de las aves y las flores. Dios sabe qué cosas necesitamos, y mientras busquemos el reino de los cielos, lo demás será añadido. Es por esto que no debemos preocuparnos, porque cada día tiene ya sus problemas. ¿Parece sencillo, no? No preocuparnos porque Dios cuida de nosotros. Pero no se hace tan sencillo a la hora de ponerlo en práctica. Estamos en tiempos donde todo es incierto y las cosas pueden cambiar mucho en poco tiempo. Vemos cambios políticos, económicos, de salud, y nos preocupamos porque no sabemos qué pasará mañana. El mundo nos exige muchas cosas y cada vez más. Jesús nos presenta otra manera de vivir y herramientas para activarlas y poder vivir con lo que venga.
Cuando somos cristianos, no solo debemos creer en Cristo como salvador, sino que se nos da la oportunidad de vivir una vida de bendición. Tenemos herramientas para aprovechar en cada momento que se presente una circunstancia. En todo momento de nuestra vida necesitamos que se activen las armas espirituales que tenemos y no solo el fin de semana en la iglesia porque sería solamente un accesorio. Cuando recibimos las herramientas del espíritu, podemos vivir en fe para activarlas. Lo que pasa es que nuestro cerebro se acostumbra a los patrones que hemos tenido toda la vida, y si no le metemos algo nuevo a nuestro cerebro, seguiremos haciendo lo mismo de siempre. Por eso la Palabra nos insta a leerla y ponerla en práctica para que nos vaya bien en todo. Si no leemos la Palabra, ¿cómo esperamos activarla cuando se presente una situación?
Jesús todos los días se apartaba para orar y meditar. Esto reflejaba en sus acciones quién era y el producto de la intimidad que tenía con su Padre. No podemos pretender tener los resultados de Jesús sin hacer lo que Él hacía, ni imitarlo sin la intimidad del Padre. Jesús vivía entre nosotros, pero activaba las herramientas que le daba su Padre.
La oración da como resultado, paz en la tormenta. Si estamos en medio de una situación preocupante, podemos mantener la paz para guiarnos a través de ella. Si estamos en una situación en la que sentimos ira, miedo o cualquier otra emoción fuerte, tenemos armas del espíritu que podemos utilizar para canalizarlas y mantenernos en paz para actuar conforme a la Palabra. Si tenemos ataques de ansiedad, vayamos a la presencia del Señor. No hay temor ni enfermedad que se pueda resistir a la presencia de Dios. No hay nada imposible para Él.
Lo que imaginemos que venga hacia nosotros, será para nuestro bien, siempre que estemos en la presencia del Señor. La Palabra nos dice que no nos desanimemos ni tengamos miedo. Busquemos la Palabra, la oración y todo lo que está a nuestro alcance, para que busquemos el reino de los cielos y lo demás sea añadido. Así es como logramos no preocuparnos por nada. Vivamos hoy intensamente, lo mejor que podamos, valientes y con fe, porque el Señor está con nosotros cada día. ¿Y mañana qué? Mañana, nuestro trabajo, nuestra vida, nuestra comida, todo, está en manos del Señor.
Reflexionemos
¿Qué herramientas te ha dado Jesús que podés usar en tu situación actual?
¿Tenés herramientas que no estás usando? ¿Cómo podés activarlas?
Versículos para reflexionar
Mateo 6:25-34 - Josué 1:8-9 - Efesios 6:18 - Romanos 8:28 - 1 Reyes 19:1-5
Oración
Señor, gracias porque hoy comprendo que Tú eres mi Padre y proveedor. Gracias porque puedo vivir confiado si utilizo las herramientas que me has dado. Te pido que me atraigas a Ti con lazos de amor, para estar en Tu presencia y así llenarme más de Ti y menos de mí. Amén.