Yo También
"Si queremos ver puertas abiertas tenemos que salir de nuestra zona de confort."
-Pastor Andrés Castro
En el libro de Hechos vemos como los discípulos comienzan a enfrentar el reto de dar a conocer las enseñanzas de Jesús a pesar de que Él ya no está con ellos físicamente. Ellos intentaban recordar todas las enseñanzas para explicarlas de la mejor manera, pero ellos mismos seguían aprendiendo de esto. Muchas veces nos pasa también que no comprendemos las cosas la primera vez que las oímos y también vemos mucho como algunas personas escuchan lo que quieren y no lo que se les dijo. Los discípulos debían aprender a escuchar al Espíritu Santo para continuar su misión y el reto es cuando tenemos tantas voces que nos hablan y no logramos diferenciarlas.
Los pensamientos y los planes de Dios están sobre los nuestros y en ocasiones es difícil explicarlos. Podemos tener vivencias y experiencias con Dios pero nos cuesta explicarlas a los demás con palabras. Por eso debemos comprender que el Reino de los Cielos es por fe y no por lógica, y los hijos de Dios caminamos por fe. Dios no siempre nos da detalles de las cosas y las puertas que abre para nosotros pero debemos caminar por fe. Muchas veces perdemos estas oportunidades por esperar a recibir detalles pero si las seguimos, podemos recibir una revelación y bendición de Dios que no hemos experimentado antes. Para pasar por esas puertas, tenemos que cambiar nuestra mentalidad y nuestra costumbre. ¿Cuántas veces nuestras costumbres no han permitido que el Señor bendiga nuestra vida?
Dios puede usar todo para bendecirnos. Él quiere romper prejuicios, estructuras mentales y tradiciones para que aprendamos a recibir puertas nuevas. Para ver puertas abiertas debemos salir de nuestra zona de confort. Puede que eso que nunca pensaste, sea la solución y la puerta de lo que buscábamos. Debemos llegar humildes a nuestras puertas, sin importar nuestro estatus o condición. Cuando estamos frente a una puerta, seamos humildes pues no importa por dónde venga, viene del Señor.
Además, nunca sabemos cuando podemos ser nosotros mismos las puertas por las que Dios puede bendecir a otros. Cuando Dios abre puertas nadie las puede cerrar.
Reflexionemos
¿Qué puertas tenés delante tuyo que no has abierto por estar en tu zona de confort?
¿Estás dispuesto a caminar por fe?
Versículos para reflexionar
Hechos 10:1-33 - Romanos 2:28
Oración
Señor, hoy vengo humilde frente a ti, reconociendo que muchas veces pongo barreras a las bendiciones por mi orgullo. Hoy te pido que mis ojos sean abiertos y pueda tomar las puertas que tienen bendiciones tuyas, sin importar de donde vengan. Gracias por tu amor y misericordia y no te cansas de bendecirme. Amén.