Ojo por ojo

Ojo por ojo es exactamente la idea del mundo que Jesús vino a confrontar. Por el contrario, ante un agravio, la forma de responder es con generosidad. El fruto de un corazón en comunión con Jesús es un corazón que no paga mal con mal, sino que busca crecer en amor y hacer uso de la gracia en lugar de la venganza, venciendo así el mal con el bien.