¿Creés que será posible?

“Debemos hablar verdad y las palabras de Dios en las áreas de nuestras vidas que parecen valles de huesos secos. Ezequiel 37 nos enseña que no debemos perder nunca la esperanza, sino tener presente la verdad de que Dios puede cambiarlo todo. Nuestros labios deben estar llenos de vida, y nuestra identidad debe estar en que somos hijos de un Padre Todopoderoso. Hablemos sus palabras, recordemos sus promesas y digamos a todo pulmón que hay vida y vida en abundancia en Jesús.