El lenguaje de la fe

El lenguaje de la fe puede parecer irracional, pues nos lleva a tomar decisiones que, a los ojos de muchos, pueden parecer una locura. Sin embargo, la fe y la razón no son antagónicas; más bien, van de la mano. Cuando conocemos a Dios de manera racional y permitimos que Él derrame su Espíritu Santo en nuestros corazones, Él siembra en nosotros una semilla de fe. Al escuchar Su palabra, nuestra mente se va renovando gradualmente, lo que nos lleva a depender cada vez más de nuestro Padre celestial. Así, esa fe, que crece y se fortalece, se traduce en obras y acciones coherentes con lo que creemos.