Un arma silenciosa

El agradecimiento, aun en medio de la escasez, abre las puertas de los cielos. Dios ha prometido nunca dejarnos y siempre proveer para nuestras necesidades. Lo más importante es mantener un corazón sano, confiado plenamente en el Señor. Él desea llevarnos a una nueva tierra, donde nuestra dependencia esté completamente en Él. Agradecer es un arma silenciosa, porque nos impulsa a avanzar, vencer al enemigo y fortalecer nuestra fe. Sin embargo, este acto comienza en lo secreto, en lo profundo de nuestros corazones. ¡Dios, gracias! ¡Te amo!