La mejor fragancia
Es verdaderamente nuestro deseo adorar al Señor entregándole todo, lo más preciado? Deseamos ser como aquella mujer que se inclinó a los pies de Jesús para lavar sus pies con la mejor fragancia, queriendo mostrarle su amor y devoción más profundos. ¡Qué hermoso es rendirnos por completo, con nuestros corazones totalmente postrados a los pies del único que merece nuestra mejor adoración!