El poder que cambia todo

La Palabra de Dios tiene el poder para transformarlo todo: corazones endurecidos, mentes confundidas, familias rotas y circunstancias imposibles. Es viva y eficaz, más cortante que una espada de dos filos, capaz de penetrar hasta lo más profundo del alma y el espíritu. Cuando permitimos que la Palabra de Dios obre en nuestras vidas, renueva nuestra mente, fortalece nuestra fe y nos da dirección.