Liderando nuestra vida

El Señor ha prometido nunca dejarnos y ha enviado a su Espíritu Santo para ayudarnos. Sin embargo, no podemos ser pasivos. Nos corresponde tomar decisiones diarias para liderar nuestras vidas de una manera responsable, siguiendo a Jesús de corazón y alimentando al nuevo hombre con la Palabra, la oración y la intimidad con nuestro Padre celestial. Cada día es una oportunidad para crecer en fe y carácter, permitiendo que Su presencia transforme todo lo que somos y nos ayude a vivir nuestra vida de una manera que agrada a Dios.