Unidos para la batalla - Pastor Robert Barriger
En Jueces 20:15 vemos a un pueblo que se une para enfrentar una amenaza común. Así también nosotros, como cristianos, debemos mantenernos unidos, porque compartimos un enemigo espiritual que busca dividirnos y destruirnos. Las heridas del pasado no son el final, sino el inicio de una transformación: donde fuimos quebrados, Dios nos levanta como guerreros. Nuestra lucha no es individual, es colectiva. El dolor se convierte en propósito cuando lo usamos para sanar y guiar a otros. No peleamos solos, peleamos juntos, con “el ojo del tigre”, con determinación, fe y unidad.