Regreso a casa
“Regreso a casa” nos muestra que el Evangelio no es para los que lo hacen todo bien, sino para los que reconocen que han fallado. Pedro no fue rechazado por su negación, sino transformado por la gracia. Su caída no lo destruyó; lo hizo más consciente de su necesidad de Cristo. Jesús no solo lo restauró, sino que le confió una misión aún mayor. En el Reino de Dios, incluso nuestros fracasos pueden ser usados para Su gloria.