Mi corazón
Este fin de semana doña Flora nos confrontó muchísimo con la enseñanza, ¡y estuvo increíble!
Fuimos retados a llevar nuestra vida a la luz de La Palabra y a pedirle de corazón a Dios que cambie nuestras intenciones, porque Él no se fija en lo que hacemos, sino en lo que somos.
Estamos acostumbrados a ser medidos, valorados y evaluados por lo que hacemos, pero para Dios no funciona así, pues Él ve el corazón, las intenciones.